Reflexión Global Método

En la parte de Método revisamos distintas estrategias según distintos grandes temas que son transversales a la educación parvularia, centrándose en el tramo etario de 3 a 6 años. Creo que la manera en que el curso esta planteado, la selección bibliográfica, los talleres hechos de manera periódica, las evaluaciones y la discusión en clases me permitió poder internalizar estos aprendizajes y no sólo aprender de la profesora, sino que de la experiencias de mis compañeras también, ya que siempre se nos dio el tiempo de participar y compartir nuestras vivencias.

Todos los temas que tocamos me parecieron sumamente importantes y necesarios para hacerse cargo de lo que es realmente ser una educadora de párvulos, el poder diseñar una rutina, la implementación del espacio, las distintas maneras de abordar un mismo momento me sirvieron mucho y creo que son las herramientas que me hacían falta  para enfrentar los desafíos que quedan pendientes dentro de la carrera y del futuro laboral.

 Uno de los temas que consideré más importantes dentro del curso fue la resolución de conflictos ligados a la auto regulación de los niños y al trabajo con las conductas agresivas que algunos podrían tener.

Según lo Revisado en Gartrell (2011) las técnicas más utilizadas por parte de educadores y maestros en general es castigar automáticamente al niño que comete la falta, muchas veces los maestros y apoderados se preguntan ¿Por qué a pesar de los castigos, el niño no cambia? Bueno, lo expuesto en este texto es que ya hay investigaciones que prueban que el nivel de estrés que producen los castigos lo único que hace es afectar el sistema ejecutivo del cerebro haciendo que las conductas autoregulatorias no puedan ser internalizadas correctamente (Gartrell, 2011), es decir ya hay pruebas tangibles que los castigos no son la solución para resolver estos conflictos y que sólo producirían más reacciones violentas. Me parece que este tema es tan esencial y agradezco haberlo revisado en el curso ya que esta en nosotras cómo poder informar a los apoderados y evitar que esto siga pasando tanto en el aula cómo en el hogar, para esto debemos cuidar nuestras interacciones ser firmes pero con cariño, preocuparnos de cada uno de nuestros niños, conocerlos realmente conversar con ellos (Dombro, 2011), establecer un vínculo.

Tal vez todo esto pueda parecer cómo algo que ya sabíamos o desde el sentido común, pero me parece esencial que podamos verlo desde una perspectiva científica, es decir, con bibliografía y argumentos que lo respalden y con la experiencia que nos dice que efectivamente esto funciona bien así.